miércoles, 19 de junio de 2013

Comprendiendo el Feminismo Islámico: Una Lucha por la Justicia Social de Género


Las Feministas islámicas abrazamos nuestra fe, para hacer una feroz defensa de las reformas legislativas e interpretaciones religiosas que reflejan una comprensión más equitativa y en concordancia con las bases del Corán, del papel de la mujer en la sociedad.
Un argumento que prevalece entre muchos grupos, incluyendo a las feministas, académicos y la prensa, insiste en que los sistemas jurídicos de desigualdades de género en Oriente Medio, se basan con los preceptos del Islam. Realmente, lo que se llama tan fácilmente “La Ley islámica” incluye muchos sistemas de justicia y constituciones diversas en el Medio Oriente, ya que estos códigos legales y las leyes constitucionales suelen engranarse con una ley civil del modelo europeo con los principios de la sharia. Por ejemplo: Las leyes que eximen o reducen el castigo de un hombre que asesine bajo la figura de “emoción violenta” provienen del código napoléonico; al igual que aquellas que permiten “subsanar” el delito de violación mediante el matrimonio con la víctima, norma que en Chile, dejó de ser vigente sólo durante el siglo 20.
Indiscutiblemente, muchos de los sistemas legales de los países de mayoría musulmana, no están a la altura de las garantías reconocidas a nivel internacional en contra de la discriminación de la mujer, como se indica por las Naciones Unidas y otras organizaciones que promuevan los derechos humanos a través de marcos legales internacionales.
Uno de los principios de la sharia, qiwama o la autoridad del hombre sobre la mujer, se cita como marco subyacente detrás de esta legislación desigual. El derecho de familia y el código de estatuto persona, son a menudo los más demostrativo de estos desequilibrios.
Al mismo tiempo, hay quienes sostenemos lo contrario: que el Islam no es la raíz de la desigualdad de género. Nos llamamos feministas islámicas, y abogamos por leyes progresista y los derechos de las mujeres.
La discriminación es siempre interseccional y ejercida por personas hacia personas. Por lo tanto, en lugar de señalar al Islam como la raíz intrínseca de la discriminación femenina, las feministas islámicas identificamos actores estatales o las élites y sus líderes como los culpables de manipula el Islam para sus propios fines políticos, lo que, a menudo, oprime a grandes segmentos de la sociedad, incluidas las mujeres, en el proceso.
La Fe Como Base del Activismo
Las Feministas islámicas abrazamos nuestra para hacer una feroz defensa de las reformas legislativas e interpretaciones que reflejan una comprensión más moderna del papel de la mujer en la sociedad. No buscamos eliminar el Islam en el ámbito civil, porque creemos que reconocer a las mujeres como sujetos espirituales, capaces de empoderarse en asuntos teológicos y religiosos, es uno de los ámbitos en los cuales podemos y tenemos una voz.
El machismo no tiene religión y se sirve de todas, por lo tanto, la emancipación de las mujeres pasa por re-apropiarse de los espacios en los cuales se nos ha relegado a la categoría de objetos. Como dice Ziba Mir- Hosseini
“Los estudios feministas en el Islam como en cualquier otra tradición religiosa tiene mucho que ofrecer tanto a la comprensión de la religión y la búsqueda de la justicia. Las mujeres que defienden el feminismo islámico afirman que los principios de la sharia como qiwama pueden tener varias interpretaciones diferentes, pero en la historia, las élites masculinas han utilizado e interpretado la ley y hecho una perversión de la justicia para sus propios fines “
La ley islámica se remonta al Profeta Mohammed luego de su llegada a Medina en torno a 622 DC. Desde la muerte del Profeta, la interpretación autorizada en base al razonamiento personal o Itjihad, de textos como el Corán y las palabras del Profeta contenidas en la Sunna o Tradición, ha sido el método para el desarrollo de la ley islámica. Esto ha dado a luz a cuatro escuelas principales de pensamiento sobre la ley islámica en la tradición suníta – Maliki, Hanafi, Shafi’i, y Hanbali – , así como una corriente de interpretación en la tradición chiíta.
¿Cómo es que las feministas islámicas buscamos las reformas ? Pues bien, a través de una variedad de vías, incluyendo los códigos legales, la política, el activismo, la legislación y los sistemas de justicia, trabajando para denunciar las barreras contra la discriminación femenina en las mezquitas y lugares de reunión. Por ejemplo:
Musawah, es una organización de mujeres activistas musulmanas por la justicia de género, con sede en Malasia. Parte de su trabajo es la promoción de interpretaciones de las escuelas jurídicas de pensamiento más favorables a los derechos de la mujer.
Femin Ijtihad, por su parte, es un colectivo dedicado al análisis de las sentencias judiciales de tribunales de países de mayoría islámica, desde una perspectiva de género, identificando en que medida convergen los preceptos religiosos y la influencia europea en los ordenamientos jurídicos en las leyes que dan origen a dichas sentencias.
Memes Feministas Islámicos es una iniciativa en las redes sociales, administrado por una comunidad de mujeres musulmanas que, usando el sarcasmo, visibilizan las estrategias de discriminación del Patriarcado en el Islam a todo nivel.
Un ejemplo de lo que se intenta poner en marcha en algunos países de Oriente Medio, es una ley federal que exige que la edad mínima de matrimonio para una mujer, por lo que un juez más tradicional se verá limitado de ejercer su propio juicio que permite a una chica excesivamente joven casarse.
Los Obstáculos Desde El Feminismo
Las Feministas islámicas trabajamos en conjunto con nuestras homólogas seculares  en la crítica de los códigos legales vigentes, en especial  los de familia y los códigos de estatuto personal sobre la ley de divorcio, la herencia y la custodia de los hijos en toda la región del Oriente Medio.
Esta aproximación al feminismo es desafiada de muchas maneras por sus críticos, incluyendo otras feministas. Una de las demandas, es que el feminismo islámico y sus intentos de reconciliar el Islam y el feminismo, le resta valor a un movimiento feminista más grande y diluye la capacidad de efectuar cambios con mayor éxito y rapidez.
Sin embargo, otra prominente estudiosa feminista islámica, Leila Ahmed, ha explicado que
“las feministas de cualquier religión o antecedentes religiosos siempre han ferozmente debatido las principales fuentes de la opresión de las mujeres. ¿Es el patriarcado, la religión, el racismo, el imperialismo, la opresión de clase, o alguna mezcla muy tóxica y letal de todos ellos? Las feministas también han variado tanto en las soluciones,como en la definición de quienes tienen que liderar primero para liberar a las mujeres “.
A muchos musulmanes les desagrada la palabra feminismo, ya que les recuerda los abusos de un cierto feminismo agresivo, al cual la feminista Mary Nash define como “la imposición de un imperialismo cultural en la proyección de un feminismo proyectado desde un canon universalista de signo blanco occidental”. La mirada occidental con respecto al feminismo esta teñida por preconceptos etnocéntricos, colonialistas. Este discurso feminista occidental coincide con el orientalismo, en su definición del Islam como una religión esencialmente machista, una religión patriarcal que no puede dejar de serlo, una religión cerrada y definida por los peores rasgos del atraso y del oscurantismo.
Por tanto, para “liberar a las mujeres” hay que “arrancarles el velo”, hay que desarraigarlas de sus tradiciones. Frente a este feminismo occidental agresivo, existe un movimiento de mujeres que reivindica la posibilidad de realizar la liberación de la mujer musulmana en el marco del Islam.
Fatima Mernissi explica esta falta de sororidad y equidad, cuando dice:
“Si uno se pregunta, por qué una feminista americana o francesa cree que yo no estoy tan preparada como ella para reconocer los esquemas de degradación patriarcal, se descubre que esto la coloca en una posición de poder: ella es la líder y yo la seguidora. Ella, que quiere cambiar el sistema para que la situación de la mujer sea más igualitaria, a pesar de ello (muy en el fondo de su legado ideológico subliminal) retiene el instinto distorsionador, racista e imperialista de los hombres occidentales. Incluso ante una mujer árabe con cualificaciones, conocimientos y experiencias similares a las suyas, ella reproduce inconscientemente los esquemas coloniales de supremacía.”
Nuestro movimiento postula que el Islam genuino contiene importantes elementos de liberación, y propone la recuperación de estos como marco de la emancipación de la mujer musulmana. En el caso particular de la lucha ideológica y activista de las mujeres dentro del mundo islámico, no dejan de tomar en cuenta las interpretaciones coránicas, ya que sostenemos que buena parte de la opresión que sufren las mujeres en el mundo islámico no es responsabilidad de las escrituras del Corán, sino de sus interpretaciones.
Consideramos que se ha producido una degradación de la tradición islámica y una tergiversación de los textos sagrados, que ha tenido como resultado la actual estructura patriarcal que domina en los países de mayoría musulmana.
Feminismo Para Tod@s
Es clara la necesidad de “abrir el feminismo” y romper con una jerarquía de feminismos que dificulta la acción conjunta entre mujeres de diferentes realidades, una necesidad a la que hacen referencia Lena de Botton, Lídia Puigvert y Fátima Taleb con las siguientes palabras:
“El feminismo ha de partir de las capacidades que tenemos las mujeres para transformar las prácticas y relaciones de género, para que éstas sean más igualitarias. Es necesario confiar en la capacidad de las mujeres musulmanas para constituirse en agentes, seres capaces de lenguaje y acción, para reflexionar sobre su propia realidad y actuar en consecuencia. En el feminismo, quitarle la voz a estas mujeres es poco funcional, pues hace que no aprovechemos un enorme potencial de propuestas que pueden ser de gran provecho para todas”.
La invitación del Feminismo Islámico es a una Yihad de género: A una lucha conjunta de las mujeres, por las mujeres y con las mujeres; es unllamado al Tawhid, a la unidad en la diversidad, a un movimiento integrado, dondetodas las partes tengan igual importancia y sean fundamentales para el cumplimiento deun objetivo trascendental para la humanidad; cual es, la emancipación de la mujer y eltérmino de nuestra opresión por el hecho de ser tales; la unidad es el destino de lacreación y del movimiento feminista ya que, como dijo el Sabio Musulmán Rumi :”las lámparas son diferentes , pero la luz es la misma